Los mi perdones que he lanzado al viento
no serán posibles
si no piensas un segundo en mí
mis trapos viejos ventilados por tu sangre me arrastraron al abismo
y no pude salir
quedé atrapado en la vergüenza
de tu mirada y de tu carne
y cuando supliqué el milagro de vivir
caía más en las injurias fúnebres que lapidaron mi almadejándome en el asfalto de la humillación
me acusaron de profanarte y de ventilarte al mundo
cuando lo único que hice
fue adorarte como una diosa
en el templo de nuestra vida
ofreciéndote las mejoras dádivas
que le mundo me regaló
y qué podías hacer
solo mirarme
con tus luceros en lágrimas
y mientras yo moríael viento de tus labios me dijo
adiós amor