© Ronald Castillo Florián
Ya tenía veinticinco años y aún no lo aparentaba. No sé qué diablos había hecho o qué pacto maléfico había realizado para conservar esa lozanía en su cuerpo. Todo aquel que la observaba por primera vez creía que se trataba de una adolescente ya que su enigmática belleza perpetuada en el tiempo encandilaba, hechizaba, destruía y sobre todo me dejaba turulato.
Yo no entendía qué era aquello que me atraía, tal vez su eterna juventud, su belleza singular, su alegría irradiante sumada a su encaprichada manía de deprimirse la hacía la mejor fémina que se había cruzado en esta esfera terrena.
Yo la conocí cuando aún ni podía ponerse en pie, recuerdo bien las veces que excitada por su aventura llegaba donde su madre enseñándole sus éxitos irreconocibles hechos con el barro. Recuerdo, también que en aquella época solamente era una niña como las demás niñas, sucia, descuidada, pero sin importarme en lo mínimo en su quehacer.
Ahora el destino me ha hecho una buena/mala jugada, la he vuelto a encontrar. Sucedió una tarde como cualquier tarde en un lugar cualquiera, cuando la vi y la volví a ver prometiéndome ahí mismo no dejar de verla jamás. No sé cómo hice para que ella se enamore de mí, ni como hizo ella para enamorarme de ella, lo cierto es que estamos juntos, muy juntos, pasando la vida, los años, yo envejeciendo y ella siempre joven enarbolando esa belleza del cual yo me ufano todos los días y en donde me he declarado un reo perpetuo.
Es tan delicioso despertar a su lado, mirarla silenciosamente, amarla profundamente y sentir su cuerpo calentar el mío protegiéndolo como una madre a su hijo en pleno frío. Todas las noches ella se enreda a mí como una vid, no me suelta y me besa tiernamente pronunciando un TE AMO que me termina por derretirme acabando mi vida en ese instante para volver a nacer consagrándome a sus labios. Es tan sublime sentirse amado por ella que en nuestro lecho sólo existe un deseo universal: de amar y solo amar hasta el final y si es posible traspasar el final porque no hay fin para tanta pasión.
Ella es mi mujer, mi hija, mi ración de manjar diario, mi esencia vital, mi aire primordial, mi pecado principal, mi aventura idílica, mi epopeya abismal, mi sentencia secreta, mi precipicio demoníaco, mi incendio helado, mi muerte y resurrección, mi calor dominguero, mi café de todos los días, mis pies, mi escritura, mis manos, ella es mi todo en todo porque sin su presencia ni su belleza secreta no podría vivir. Así es Lili, simplemente Lili para toda la vida.
Ya tenía veinticinco años y aún no lo aparentaba. No sé qué diablos había hecho o qué pacto maléfico había realizado para conservar esa lozanía en su cuerpo. Todo aquel que la observaba por primera vez creía que se trataba de una adolescente ya que su enigmática belleza perpetuada en el tiempo encandilaba, hechizaba, destruía y sobre todo me dejaba turulato.
Yo no entendía qué era aquello que me atraía, tal vez su eterna juventud, su belleza singular, su alegría irradiante sumada a su encaprichada manía de deprimirse la hacía la mejor fémina que se había cruzado en esta esfera terrena.
Yo la conocí cuando aún ni podía ponerse en pie, recuerdo bien las veces que excitada por su aventura llegaba donde su madre enseñándole sus éxitos irreconocibles hechos con el barro. Recuerdo, también que en aquella época solamente era una niña como las demás niñas, sucia, descuidada, pero sin importarme en lo mínimo en su quehacer.
Ahora el destino me ha hecho una buena/mala jugada, la he vuelto a encontrar. Sucedió una tarde como cualquier tarde en un lugar cualquiera, cuando la vi y la volví a ver prometiéndome ahí mismo no dejar de verla jamás. No sé cómo hice para que ella se enamore de mí, ni como hizo ella para enamorarme de ella, lo cierto es que estamos juntos, muy juntos, pasando la vida, los años, yo envejeciendo y ella siempre joven enarbolando esa belleza del cual yo me ufano todos los días y en donde me he declarado un reo perpetuo.
Es tan delicioso despertar a su lado, mirarla silenciosamente, amarla profundamente y sentir su cuerpo calentar el mío protegiéndolo como una madre a su hijo en pleno frío. Todas las noches ella se enreda a mí como una vid, no me suelta y me besa tiernamente pronunciando un TE AMO que me termina por derretirme acabando mi vida en ese instante para volver a nacer consagrándome a sus labios. Es tan sublime sentirse amado por ella que en nuestro lecho sólo existe un deseo universal: de amar y solo amar hasta el final y si es posible traspasar el final porque no hay fin para tanta pasión.
Ella es mi mujer, mi hija, mi ración de manjar diario, mi esencia vital, mi aire primordial, mi pecado principal, mi aventura idílica, mi epopeya abismal, mi sentencia secreta, mi precipicio demoníaco, mi incendio helado, mi muerte y resurrección, mi calor dominguero, mi café de todos los días, mis pies, mi escritura, mis manos, ella es mi todo en todo porque sin su presencia ni su belleza secreta no podría vivir. Así es Lili, simplemente Lili para toda la vida.
-FIN-
7 comentarios:
Hola rony q gusto poder volver a leer tus textos q la verdad hacen recordar y volver a sentir esas cosas lindas qtiene la vida desde veracruz recibe un gran saludo d mi parte y continua escribiendo pq es algo q solo tu sabes hacer.... ;0)
La más lindo de la vida es el haber encontrado al ser quien uno anhela y ama. Lo importante de esta realización de proyecto en el amor es el amor mismo, el tener con quien compartirlo te hace una persona dichosa y bendecida no se si por los dioses o por tu individualismo puro, que hace de la otra persona el objeto más deseado y aprecaiado de la tierra.
Es el tormento puro que te invade, lo importante es que haya la complementariedad entre esos dos seres. El yo te amo no basta.
como ideal no esta nada mal, la concordancia y la capacidad de atrapar por parte del texto no esta mal.
sigan buscando a su dis que dicen su media naranja.
OBLAS
Estás templado amigo, felicidades..
Charly Brow
El amor es lo máximo
Ale.
Yo como una mas de tus lectoras me gusta como describes el amor , lo describes de tal forma que haces que uno vuelva a revivir momentos ya olvidados.
Hola primo mi comentario acerca de este segundo tema es q ,me gusta como la manera en como describes a la mujer y las palabras tan bonitas q dices, sabes no importa lo q diga la gente ,por q solo importa q tu seas feliz y q ella también aun q no la conozco pero si tu eres feliz con ella sigue a delante y bueno te deseo todo lo mejor con ella y sin ella. Espero entiendas mi comentario y q a pesar de todo lo q hayas pasado sigas así cuídate y te deseo toda la felicidad del mundo y siempre cree en Dios q el es el q nos pone aprueba y el q nos guía por un buen camino OK. Primo angelica...
simplemente templadazo...
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