lunes, 29 de agosto de 2011

REO













Los mi perdones que he lanzado al viento
no serán posibles
si no piensas un segundo en mí
mis trapos viejos ventilados por tu sangre me arrastraron al abismo
y no pude salir

quedé atrapado en la vergüenza
de tu mirada y de tu carne
y cuando supliqué el milagro de vivir
caía más en las injurias fúnebres que lapidaron mi alma
dejándome en el asfalto de la humillación


me acusaron de profanarte y de ventilarte al mundo
cuando lo único que hice
fue adorarte como una diosa
en el templo de nuestra vida
ofreciéndote las mejoras dádivas
que le mundo me regaló

y qué podías hacer


solo mirarme
con tus luceros en lágrimas
y mientras yo moría
el viento de tus labios me dijo
adiós amor